Consulta especializada en Ginecología y Obstetricia

Colposcopia, prueba  de Papanicolaou.

Ginecología en la adolescente. 

Ultrasonido Obstétrico y Ginecológico.

Prevención, detección y tratamiento de lesiones producidas  por Virus del papiloma humano. 

Tratamiento de diferentes trastornos hormonales

Control prenatal de embarazo de bajo y alto riesgo.

Menopausia. Osteoporosis y climaterio. 

Misión

El objetivo principal en el consultorio es la salud de la mujer , por ello, la integridad y ética profesional son características primordiales en todas las actividades médicas , brindando calidad en cada una de las atenciones ofrecidas.

Visión

Abarcar en la mayor medida posible el diagnóstico, prevención y tratamiento de diversas enfermedades de la mujer, como en las enfermedades del tracto genital inferior, infección por el Virus del Papiloma Humano, sintomatología relacionada con la menopausia y asesoría en anticoncepción, entre otras a través de métodos que brindan salud integral a la mujer y su pareja, manteniendo en todo momento el conocimiento y técnicas ginecológicas de vanguardia.


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Sexualidad

Sexualidad - Anticoncepción:

Son métodos que se llevan a cabo con la finalidad de tener una planeación familiar adecuada, estos van desde anticonceptivos orales (píldoras), inyecciones, colocación del dispositivo intrauterino (DIU) tradicional o el dispositivo que libera hormonas (Mirena), el parche o implantes.

Consejería:

Se le sugiere a la paciente el método más adecuado para ella, dependiendo de sus características físicas, su alimentación, sus preferencias sexuales y sus hábitos sexuales.

Colocación de DIU:

El DIU es el dispositivo intrauterino que puede ser de dos tipos, de cobre o el que libera hormonales, la colocación de cuál es el óptimo se decide dependiendo de las características de la paciente y se realiza en el consultorio durante la menstruación.



Colocación de implante:

El implante hormonal es un método anticonceptivo que se inserta bajo la dermis en el brazo, el implante es un tubo que libera hormonas con un efecto de 3 años aproximadamente.

Mujer Responsable

Climaterio es en la etapa que se presenta en la mujer a partir de 5 años antes de la desaparición de la menstruación hasta 5 años después; su diagnóstico se realiza de forma clínica y con solicitud de varios estudios como un perfil ginecológico o perfil hormonal para determinar la liberación de hormonas y el grado de falla ovárica de la paciente. Durante esta etapa de vida , se pueden utilizar medicamentos que evitan la descalcificación y osteoporosis.

El manejo es de tipo hormonal preferentemente, aunque existen otras alternativas no hormonales que pueden ser utilizadas dependiendo de las necesidades o preferencias de la paciente. Brindando sasi a la paciente la terapia adecuada para que transite con la menor cantidad de alteraciones como dolor de cabeza, bochornos, insomnios y cambios de humor durante la menopausia. Sin olvidar que en esta etapa se deberán reforzar los cuidados de prevención de cáncer de mama (exploración mamaria, valoración de mastografía) y cáncer cervicouterino , ya que son las principales causas de muerte en la mujer.

Embarazo Saludable

Para llevar a cabo un embarazo saludable con resultado de un bebe sano se debe llevar un adecuado control prenatal, el cual deberá incluir un conjunto de acciones médicas y multidisciplinarias que se concretan en entrevistas o visitas programadas con el equipo de salud, a fin de controlar la evolución del embarazo y obtener una adecuada preparación para el nacimiento y la crianza del recién nacido con la finalidad de disminuir los riesgos de este proceso fisiológico. Es parte de un proceso destinado a fomentar la salud de la madre, el feto y la familia.

Detección Oportuna; Enfermedades de Transmisión Sexual

Descripción general

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y las infecciones de transmisión sexual (ITS) en general se contraen por contacto sexual. Los organismos que causan las enfermedades de transmisión sexual pueden pasar de una persona a otra por la sangre, el semen, el fluido vaginal u otros fluidos corporales.
A veces, estas infecciones se transmiten por vías que no son sexuales; por ejemplo, de madre a hijo durante el embarazo o el parto, por transfusiones de sangre o agujas compartidas.
Es posible contraer enfermedades de transmisión sexual de personas que parecen muy sanas y que, incluso, pueden no saber que tienen la infección. Las ETS no siempre presentan síntomas; por esta razón, los expertos prefieren el término «infecciones de transmisión sexual» en vez de «enfermedades de transmisión sexual».

Síntomas

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden presentar una diversidad de signos y síntomas, o no manifestar síntomas. Por ese motivo pueden pasar desapercibidas hasta que ocurre una complicación o se le diagnostica la infección a la pareja. Entre los signos y síntomas que podrían indicar la presencia de una ITS se encuentran:

  • Llagas o protuberancias en los genitales o en la zona bucal o rectal
  • Dolor o ardor al orinar
  • Secreción del pene
  • Flujo vaginal con mal olor u olor inusual
  • Sangrado vaginal fuera de lo normal
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Ganglios linfáticos inflamados y doloridos, particularmente en la ingle, pero otras veces más generalizado
  • Dolor en la parte baja del abdomen
  • Fiebre
  • Erupción cutánea en el tronco, manos o pies

Los signos y síntomas pueden aparecer a los pocos días después de haber estado expuesto, o pueden pasar años hasta que se presenten los problemas; depende de cada organismo.

Cuándo consultar al médico

Consulte con el médico inmediatamente en los siguientes casos:

  • Si eres sexualmente activo y puedes haber estado expuesto a una infección de transmisión sexual
  • Si tienes signos y síntomas de una infección de transmisión sexual

 

Causas

Las infecciones de transmisión sexual pueden provocarse por:

  • Bacterias (gonorrea, sífilis, clamidiosis)
  • Parásitos (tricomoniasis)
  • Virus (papiloma humano, herpes genital, VIH)

La actividad sexual cumple una función en la propagación de muchos otros agentes infecciosos, si bien es posible infectarse sin contacto sexual. Algunos ejemplos son los virus de hepatitis A, B y C, y las bacterias shigela y giardia intestinalis.

Factores de riesgo

Toda persona sexualmente activa está en riesgo de exponerse, en cierto grado, a una infección de transmisión sexual. Los factores que pueden aumentar ese riesgo incluyen:

  • Tener relaciones sexuales sin protección. La penetración vaginal o anal por una pareja infectada que no usa un preservativo de látex aumenta significativamente el riesgo de adquirir una ITS. El uso incorrecto o irregular de preservativos también puede aumentar tu riesgo.

El sexo oral puede ser menos riesgoso, pero aun así las infecciones se pueden transmitir sin el uso de un preservativo de látex o un protector bucal. Los protectores bucales (piezas delgadas, cuadradas, de goma, fabricadas con látex o silicona) evitan el contacto piel con piel.

  • Tener relaciones sexuales con varias parejas. El riesgo es mayor cuando tienes relaciones sexuales con más cantidad de personas. Así sean parejas simultáneas o relaciones monogámicas consecutivas.
  • Tener antecedentes de ITS. Si ya has tenido una ITS es mucho más fácil que tengas otra.
  • Cualquier persona forzada a tener una relación sexual o actividad sexual. Afrontar una violación o agresión puede ser muy difícil pero es importante hacer una consulta tan pronto como sea posible. Se ofrece análisis de detección, tratamiento, y apoyo emocional.
  • El abuso de alcohol o el uso de drogas recreativas. El abuso de sustancias puede inhibir tu sentido común y predisponerte a tener comportamientos riesgosos.
  • La inyección de drogas. Compartir agujas propaga muchas infecciones graves, entre ellas, el VIH, la Hepatitis B y la Hepatitis C.
  • Ser joven. La mitad de las ITS ocurren en personas de 15 a 24 años.
  • Hombres que solicitan recetas para medicamentos que tratan las disfunciones eréctiles. Los hombres que piden a sus médicos recetas para ciertos medicamentos, como sildenafil (Viagra), tadalafil (Cialis) y vardenafilo (Levitra), tienen mayor riesgo de contraer una ITS. Si le pides a tu médico alguno de estos medicamentos, asegúrate de estar informado y tener relaciones sexuales seguras.

Transmisión de la madre al bebé

Ciertas infecciones de transmisión sexual (ITS), como la gonorrea, la clamidiosis, el VIH y la sífilis, se pueden transmitir de la madre infectada al hijo durante el embarazo o el parto. Las ITS en niños pueden ocasionar problemas graves y pueden ser mortales. Todas las embarazadas deberían hacerse los análisis para detectar estas infecciones y recibir tratamiento.

Complicaciones

Debido a que, en las primeras etapas de una infección de transmisión sexual, muchas personas no tienen síntomas, es importante realizarse exámenes para detección de infecciones de transmisión sexual de modo de evitar complicaciones.
Las posibles complicaciones incluyen:

  • Dolor pélvico
  • Complicaciones en el embarazo
  • Inflamación ocular
  • Artritis
  • Enfermedad inflamatoria pélvica
  • Esterilidad
  • Enfermedades cardíacas
  • Ciertos tipos de cáncer, como el cáncer rectal y cervical asociado con el virus del papiloma humano (VPH)

Prevención

Existen varias formas de evitar o reducir el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual.

  • Abstente. La forma más eficaz de evitar las infecciones de transmisión sexual es abstenerse de las relaciones sexuales.
  • Permanece con una pareja que no esté infectada. Otra forma confiable de evitar las infecciones de transmisión sexual es tener una relación mutuamente monógama a largo plazo con una pareja que no esté infectada.
  • Espera y verifícalo. Evita las relaciones sexuales vaginales y anales con parejas nuevas hasta que ambos se hayan realizado exámenes para detectar infecciones de transmisión sexual. El sexo oral es menos riesgoso, pero usa un preservativo de látex o un protector bucal —un trozo cuadrado y delgado de látex o silicona— para evitar el contacto directo entre las membranas mucosas orales y genitales. Ten en cuenta que no existe ningún buen examen para detección de herpes genital para cualquier tipo de sexo, y el examen para detección del virus del papiloma humano (VPH) no está disponible para hombres.
  • Vacúnate. Vacunarte con anticipación, antes de la exposición sexual, también es eficaz para prevenir ciertos tipos de infecciones de transmisión sexual. Hay vacunas disponibles para prevenir el virus del papiloma humano (VPH), la hepatitis A y la hepatitis B.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacuna contra el VPH en niñas y niños de 11 y 12 años. Si no están totalmente vacunados a los 11 y 12 años, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que las niñas y mujeres de hasta 26 años y los niños y hombres de hasta 26 años reciban la vacuna.
En general, la vacuna contra la hepatitis B se administra a recién nacidos, y la vacuna contra la hepatitis A se recomienda para los niños de 1 año. Las dos vacunas se recomiendan para personas que no estén inmunizadas contra estas enfermedades y para aquellos que corran un mayor riesgo de infección, como los hombres que tienen sexo con hombres y aquellos que consumen drogas intravenosas.

  • Usa preservativos y protectores bucales siempre y correctamente. Usa un preservativo de látex o protector bucal nuevo cada vez que tengas relaciones sexuales, ya sean orales, vaginales o anales. Nunca uses un lubricante a base de aceite, como vaselina, con un preservativo de látex o un protector bucal.

No se recomiendan los preservativos hechos con membranas naturales, ya que no son tan eficaces para prevenir las infecciones de transmisión sexual. Ten en cuenta que, si bien los preservativos reducen el riesgo de exposición a la mayoría de las infecciones de transmisión sexual, proporcionan un menor grado de protección para las infecciones de transmisión sexual relacionadas con las úlceras genitales expuestas, como el virus del papiloma humano (VPH) o herpes. Además, los métodos anticonceptivos que no son de barrera, como los anticonceptivos orales o los dispositivos intrauterinos, no protegen contra las infecciones de transmisión sexual.

  • No bebas alcohol en exceso ni consumas drogas. Si estás bajo la influencia de alcohol o drogas, es más probable que corras riesgos sexuales.
  • Comunícate. Después de un contacto sexual importante, habla con tu pareja sobre cómo tener relaciones sexuales más seguras. Lleguen a un acuerdo claro sobre las actividades que permitirán y las que no.
  • Considera la circuncisión masculina. Existen pruebas de que la circuncisión masculina puede ayudar a los hombres a reducir el riesgo de contagiarse VIH de una mujer infectada (transmisión heterosexual) en hasta un 60 por ciento. Además, la circuncisión masculina puede prevenir la transmisión del VPH genital y el herpes genital.

Si tus antecedentes sexuales y tus signos y síntomas actuales sugieren que tienes una infección de transmisión sexual, los análisis de laboratorio pueden identificar la causa y detectar las infecciones que puedes haber contraído.

  • Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden confirmar el diagnóstico de VIH y las etapas finales de la sífilis.
  • Muestras de orina. Algunas infecciones de transmisión sexual se pueden confirmar mediante una muestra de orina.
  • Muestras de líquidos. Si tienes llagas genitales activas, se pueden analizar los líquidos y muestras de las llagas para diagnosticar el tipo de infección. Los análisis de laboratorio del material de una secreción o llaga genital se utilizan para diagnosticar algunas infecciones de transmisión sexual.

Análisis de detección

Las pruebas para determinar si una persona que no tiene síntomas tiene una enfermedad, se llaman análisis de detección. La mayoría de las veces, la detección de las ITS no es un análisis de rutina en la atención de la salud, pero existen excepciones:

  • Todas las personas. El análisis de detección de ITS sugerido para todas las personas entre los 13 y los 64 años es un análisis de sangre o saliva para detectar el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), el virus que causa el SIDA.
  • Todas las personas nacidas entre 1945 y 1965. Existe una elevada incidencia de Hepatitis C en las personas nacidas entre 1945 y 1965. Debido a que la enfermedad, en general, no presenta síntomas hasta una etapa avanzada, los expertos recomiendan que todas las personas de ese grupo etario se hagan el análisis de Hepatitis C.
  • Embarazadas. El análisis de detección de VIH, Hepatitis B, clamidia y sífilis se realiza a todas las embarazadas en su primera consulta prenatal. Se recomienda hacer el análisis de detección de gonorrea y Hepatitis C al menos una vez durante el embarazo a las mujeres con alto riesgo de contraer estas infecciones.
  • Mujeres de 21 años y mayores. El Papanicolaou detecta anormalidades del cuello uterino, lo que incluye inflamación, cambios precancerosos y cáncer, que en muchos casos lo causa ciertas cepas del Papiloma Virus Humano (PVH). Los expertos recomiendan comenzar a los 21 años con el Papanicolaou y hacerlo cada tres años como mínimo. Después de los 30 años, se recomienda que las mujeres se hagan un prueba de ADN para el VPH y  un Papanicolaou cada tres años.
  • Mujeres menores de 25 años sexualmente activas. Todas las mujeres menores de 25 años que sean sexualmente activas se deberían realizar una análisis para detectar la infección por clamidia. El análisis de clamidia requiere una muestra de orina o de flujo vaginal que puedes recoger tú misma. Algunos expertos recomiendan repetir el análisis de clamidia a los tres meses de haber tenido un resultado positivo y haber estado con tratamiento.

El segundo análisis es necesario para confirmar que la infección se ha curado ya que es muy común una recurrencia de la infección por una pareja que no ha sido tratada o que recibió un tratamiento inadecuado. Un episodio de clamidia no te protege de exposiciones futuras. Puedes contraer la infección más de una vez, por lo tanto, hazte el análisis nuevamente si tienes una nueva pareja.
También se recomienda el análisis de detección de gonorrea en mujeres sexualmente activas menores de 25 años.

  • Hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. En comparación con otros grupos, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen un mayor riesgo de adquirir una ITS. Muchos grupos de salud pública recomiendan que estos hombres se hagan un análisis de detección de ITS anualmente o con mayor frecuencia. Los análisis regulares de VIH, sífilis, clamidia y gonorrea son particularmente importantes. También se puede recomendar la evaluación de Hepatitis B.
  • Personas con VIH. Si tienes VIH, esto aumenta considerablemente tu riesgo de adquirir otra ITS. Los expertos recomiendan realizar un análisis de sífilis, gonorrea, clamidia y herpes inmediatamente después de haber recibido un diagnóstico de VIH. Las personas con VIH también deberían hacerse el análisis de detección de la Hepatitis C.

Las mujeres con VIH pueden tener cáncer de cuello uterino muy agresivo; por lo tanto, se deberían realizar un Papanicolaou dentro del año de haber sido diagnosticadas con VIH, y nuevamente a los seis meses.

  • Personas con una pareja nueva. Antes de tener relaciones sexuales vaginales o anales con parejas nuevas, los dos deberían hacerse los análisis de ITS. Ten en cuenta que el análisis de detección del Papiloma Virus Humano (PVH) no está disponible para hombres. No existe un análisis de detección bueno para el herpes genital para ninguno de los sexos, por lo tanto, puedes estar infectado sin saberlo hasta que se presenten los síntomas.

También es posible estar infectado con una ITS y aun así tener un resultado negativo, particularmente si has sido infectado recientemente.

Tratamiento

Las infecciones de transmisión sexual causadas por bacterias son generalmente más fáciles de tratar. Las infecciones virales se pueden controlar, pero no siempre se pueden curar. Si estás embarazada y tienes una enfermedad de transmisión sexual, el tratamiento inmediato puede prevenir o reducir el riesgo de una infección para tu bebé.
El tratamiento generalmente consiste en una de las siguientes opciones, según la infección:

  • Antibióticos. Los antibióticos, que generalmente se usan en una sola dosis, pueden curar muchas de las infecciones producidas por parásitos o bacterias transmitidas sexualmente, incluidas la gonorrea, la sífilis, la clamidia o la tricomoniasis. Generalmente, recibirás un tratamiento para la gonorrea y la clamidia al mismo tiempo porque las dos infecciones frecuentemente ocurren juntas.

Una vez que comienzas con el tratamiento de antibióticos, es muy importante que lo continúes. Si piensas que no podrás tomar el medicamento como se te haya indicado, habla con tu médico. Pueden darte un tratamiento más corto y simple.
Además, es importante abstenerse de las relaciones sexuales hasta haber terminado el tratamiento y que se hayan curado todas las llagas.

  • Antivirales. Tendrás pocas recurrencias de herpes si sigues a diario la terapia inhibidora con un antiviral recetado. Los antivirales disminuyen el riesgo de infección, aunque aún hay posibilidades de que le transmitas herpes a tu pareja.

Los antivirales pueden mantener bajo control la infección de VIH durante varios años. Pero el virus persiste y todavía se puede contagiar, aunque el riesgo sea menor.
Cuanto antes comiences el tratamiento, más efectivo será. Una vez que comiences el tratamiento, si tomas los medicamentos exactamente como se te ha indicado, es posible reducir el conteo del virus hasta niveles casi indetectables.
Si has tenido una enfermedad de transmisión sexual, consulta con tu médico cuándo deberías volver a hacerte el análisis. Hacer esto garantiza que el tratamiento ha sido eficaz y que no te has infectado nuevamente.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Descubrir que padeces una infección de transmisión sexual es traumático. Es posible que te enojes si crees que te traicionaron o te avergüences si existe la posibilidad de que hayas infectado a otras personas. En el peor de los casos, una infección de transmisión sexual puede provocar enfermedades crónicas y la muerte, incluso con la mejor atención médica del mundo.
Entre esos extremos existe una gran cantidad de pérdidas posibles: la confianza de tu pareja, tus planes de tener hijos y el alegre disfrute de tu sexualidad y su expresión.
Estas son formas de enfrentar la situación:

  • Espera para echar culpas. No saques conclusiones apresuradas y pienses que tu pareja te engañó. Es posible que alguno de los dos (o ambos) se haya infectado por una pareja anterior.
  • Sé sincero con los profesionales del cuidado de la salud. Su trabajo no es juzgarte, sino evitar la propagación de infecciones de transmisión sexual. Todo lo que les cuentes será confidencial.
  • Comunícate con tu departamento de salud. Si bien es posible que no cuenten con el personal y los fondos necesarios para ofrecer servicios integrales, los departamentos de salud locales cuentan con programas para infecciones de transmisión sexual que proporcionan análisis confidenciales, tratamientos y servicios para las parejas.

Preparación para la consulta

La mayoría de las personas no se sienten cómodas al compartir detalles de sus experiencias sexuales, pero el consultorio del médico es un lugar donde esta información es fundamental para recibir los cuidados adecuados.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la consulta. Cuando programes la consulta, pregunta si hay algo que debes hacer con anticipación.
  • Toma nota de cualquier síntoma que tengas, incluso los que puedan parecer no tener relación con el motivo por el cual programaste la consulta.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tomes.
  • Anota preguntas para hacerle a tu médico.

Algunas preguntas básicas para hacer al médico incluyen las siguientes:

  • ¿Cuál es el nombre médico de la infección o infecciones que tengo?
  • ¿Cómo se transmite exactamente?
  • ¿Podré tener hijos?
  • Si quedo embarazada, ¿puedo transmitirla a mi hijo?
  • ¿Es posible que vuelva a contagiarme?
  • ¿Es posible que me haya contagiado de una persona con la que tuve relaciones sexuales solo una vez?
  • ¿Es posible contagiar a una persona con la que tuve relaciones sexuales solo una vez?
  • ¿Durante cuánto tiempo la tuve?
  • Tengo otras afecciones. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Debo abstenerme de la actividad sexual mientras recibo el tratamiento?
  • ¿Mi pareja debe ir al médico para recibir tratamiento?

 

Qué puedes hacer mientras tanto

Si sospechas que tienes una infección de transmisión sexual, es mejor que te abstengas de participar en actividades sexuales hasta que hayas hablado con el médico. Si tienen actividad sexual antes de ver al médico, asegúrate de utilizar las prácticas de sexo seguro, tales como el uso de preservativos.

 

Tipos de enfermedades de transmisión sexual


Más de un millón de personas contrae una infección de transmisión sexual cada día.
Las Infecciones por Transmisión Sexual (ITS o ETS) se pueden producir por unos 30 tipos de bacteriasvirus parásitos conocidos, que se propagan a través de la práctica de relaciones sexuales entre personas.
La OMS ha vinculado a 8 con máxima incidencia de enfermedades. Y de esas 8 infecciones, 4 son actualmente curables: sífilis, gonorrea, clamidiasis y tricomoniasis. Se estima que, anualmente, unos 357 millones de personas contraen alguna de estas. Las 4 restantes (hepatitis B, herpes, VIH y VPH) son infecciones virales incurables que se pueden mitigar o atenuar con tratamiento.
Las ETS, por lo general, afectan tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, existen excepciones, y algunas de ellas sí que hacen una diferenciación de género. Todas estas patologías pueden derivar en enfermedades crónicascomplicaciones (especialmente durante el embarazo), algunos tipos de cáncer e incluso, en el peor de los casos, la muerte.
Como se ha comentado, las ETS se transmiten por la vía sexual, incluidos el sexo vaginal, anal y oral. También se pueden propagar por medios no sexuales, como por ejemplo, las transfusiones de sangre o de madre al feto.
Las personas podemos ser portadoras de alguna de estas enfermedades sin darnos cuenta, ya que en muchas ocasiones, los síntomas son leves o directamente no experimentamos ningún tipo de afección, y actuamos meramente como transmisores de la patología.
En la siguiente galería repasamos los diferentes tipos de ETS y te contamos en qué consiste cada una de ellas, apoyándonos en expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Virus del Papiloma Humano (VPH)

Los VPH (Virus del Papiloma Humano) son, en realidad, un conjunto de virus comunes (existen más de 120 tipos), y, aunque la mayoría son inofensivos, alrededor de 30 tipos se asocian con un mayor riesgo de tener cáncer

Según informa la OMS, estos tipos de virus se clasifican como de bajo riesgo o de alto riesgo, y se adquieren a través del contacto sexual con la pareja infectada. Los primeros causan verrugas anogenitales; los de alto riesgo, en cambio, dan lugar al desarrollo de cáncer del cuello uterino, vulva, vagina y ano en las mujeres, y al cáncer de ano y pene en los hombres. El 99% de los cánceres de útero están vinculados a la infección genital por el VPH, que es la más común del aparato reproductor. 

Aunque hasta el momento no tiene cura, en la actualidad se comercializan dos  vacunas contra el VPH: la bivalente y la tetravalente. Ambas son altamente eficaces para prevenir la infección por los tipos 16 y 18 del virus, que son los causantes de aproximadamente el 70% de los cánceres de cuello de útero. Los expertos aseguran que el uso correcto de los preservativos de látex no elimina pero sí reduce enormemente el riesgo de contraer y contagiar VPH, así como todas las ETS.

VIH

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es un retrovirus que ataca y debilita el sistema inmunitario. Como consecuencia, el organismo se vuelve muy vulnerable a las infecciones y enfermedades. Este virus es el causante del  sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), y se ha cobrado la vida de más de 40 millones de personas a lo largo de la historia. 

Al contrario de lo que pueda pensarse, el VIH no se transmite por el aire o por la saliva. Las formas más frecuentes de contagio son a través de relaciones sexuales sin protección o por intercambio de agujas o jeringas con sangre contaminada. Otras vías de transmisión son de madre a hijo a través del embarazo, el parto y el amamantamiento

El tiempo que suele transcurrir entre la infección por el VIH y el diagnóstico de sida puede variar entre 10 y 15 años (en ocasiones más). A día de hoy no tiene cura, aunque el ya conocido tratamiento con antirretrovíricos puede hacer más lenta la evolución, ya que evita la multiplicación del virus. Además, estos fármacos ayudan a que disminuya la carga vírica, es decir, la cantidad de virus presente en la sangre de la persona infectada. 

 

Virus del Herpes Simple (VHS)

Tal y como explican desde la OMS, hay dos tipos de  virus del herpes simple: de tipo 1 (VHS-1) y de tipo 2 (VHS-2). Se estima que hay 3700 millones de personas menores de 50 años infectadas por VHS-1 y 417 millones de personas de 15 a 49 años de edad que sufren VHS-2

El primero se transmite por contacto de boca a boca (a veces de la madre infectada al bebé durante el parto) y causa herpes labial (que puede incluir síntomas como calenturas o pupas labiales), o herpes genital. La infección por VHS-1, adquirida mayoritariamente durante la infancia, es altamente contagiosa, frecuente y endémica en todo el mundo. Por desgracia, muchas personas infectadas por VHS-1 no saben que lo están, y es que la infección por herpes labial suele ser asintomática. 

Por su parte, el VHS-2 se adquiere por vía sexual y causa herpes genital. Eso sí, ambos dan lugar a infecciones que duran toda la vida. Los medicamentos antivíricos, como el aciclovir, el famciclovir y el valaciclovir, son los más eficaces para personas infectadas por VHS. Sin embargo, aunque pueden reducir la intensidad y frecuencia de los síntomas, no curan la infección.

 

Clamidiasis

La  clamidiasis es una enfermedad muy común en los países desarrollados, provocada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Por lo general no causa síntomas, aunque en caso de tenerlos, los hombres suelen tener necesidad urgente de orinar y ardor al hacerlo, secreciones por el pene o dolor en los testículos. 

En las mujeres, el  flujo vaginal se vuelve espeso y amarillento, suelen sufrir ardor al orinar, dolor durante las relaciones sexuales; también pueden tener secreciones por la uretra o sangrados fuera de la menstruación. 

Generalmente, puede curarse con los eficaces regímenes de antibióticos de dosis única. Si no se trata a tiempo, en las mujeres puede causar daño en sus órganos reproductivos y dificultades para concebir. En los hombres puede causar dolor y fiebre y, en casos muy graves, infertilidad.

 

Gonorrea

Esta infección es muy común entre los adultos jóvenes. La bacteria responsable de la  gonorrea es la Neisseria Gonorrhoeae o genococo, y puede infectar el tracto genital, la boca o el ano. Al igual que la sífilis, se contrae a través del sexo vaginal, oral o anal con una pareja infectada o mediante el embarazo o el parto de madre a hijo. 

En las mujeres, los primeros síntomas son leves. ¿Cómo se pueden identificar? A medida que pasa el tiempo, puede provocar hemorragias entre los períodos menstruales, dolor al orinar y aumento de las secreciones vaginales. Si no se aborda a tiempo, da lugar a la enfermedad inflamatoria pélvica, que causa problemas en el embarazo e infertilidad. 

Por su parte, los hombres pueden sufrir dolor al orinar y secreción proveniente del pene, algo que causa problemas en la próstata y testículos si no se trata. Tal y como señalan los especialistas, el tratamiento, que consiste en antibióticos, se está volviendo más difícil a raíz del aumento de cepas resistentes a los medicamentos.

 

Sífilis

Causada por una bacteria, la sífilis infecta el área genital, los labios, la boca o el ano y afecta indistintamente a mujeres y hombres. Por lo general se contagia a través del contacto sexual con personas que la sufren, aunque también puede ser transmitido de la madre al bebé durante el embarazo. 

Expertos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas indican que la etapa temprana suele causar una llaga única, pequeña e indolora. Sin embargo, estas llagas facilitan adquirir o contagiar el VIH durante las relaciones sexuales. 

En ocasiones, provoca inflamación de los ganglios linfáticos cercanos y erupción cutánea en manos y pies, pero no son síntomas muy molestos ni evidentes, es por ello que muchas personas no notan los síntomas durante años. En caso de embarazo, la sífilis puede ocasionar defectos congénitos o abortos. Generalmente, se trata de una enfermedad que si es detectada a tiempo, puede curarse fácilmente con antibióticos

Tricomoniasis

La  tricomoniasis es causada por un parásito. La mayoría de las personas afectadas no muestra síntomas, y en caso de que los presenten, estos aparecen entre 5 y 28 días después de haberse generado la infección. Los síntomas en las mujeres incluyen secreción vaginal verdosa o amarillenta, molestia durante las relaciones sexuales, olor vaginal, dolor al orinar o picazón en el interior de la vagina. 

Sin embargo, los hombres rara vez sufren síntomas. Si los tienen, pueden presentar una secreción blanquecina del pene o dificultades para orinar o eyacular. Como la clamidiosis, la gonorrea y la sífilis, esta enfermedad se cura con antibióticos, que tendrán que tomar tanto el infectado como su pareja (en el caso de que la tenga).

 

 

 

 

Hepatitis B

La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Esta se transmite a través de la sangre u otros líquidos corporales pertenecientes a una persona. Está catalogada como uno de los grandes problemas de salud a nivel mundial. Según la OMS, en 2015, casi 900.000 personas murieron a causa de esta enfermedad y sus complicaciones.
El virus puede sobrevivir hasta 7 días fuera del organismo y su período medio de incubación es de 75 días.
Los síntomas incluyen coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náusea, vómitos y dolor abdominal. Las personas con hepatitis aguda pueden sufrir insuficiencia hepática aguda, que puede provocar la muerte.
No hay un tratamiento específico contra la hepatitis B aguda. Por tanto, la atención se centra en mantener el bienestar y un equilibrio nutricional. Sin embargo, la hepatitis B sí es prevenible con una vacuna actualmente disponible. Lo óptimo es administrarla a los recién nacidos durante las primeras 24 horas de vida.

Molusco contagioso

Las enfermedades producidas por la infección viral del Molluscum Contagiosum provocan pápulas (tumor eruptivo que se presenta en la piel sin pus ni serosidad) y nódulos (concreción de pequeño tamaño y forma esferoidal, constituida por la acumulación de linfocitos, principalmente en el tejido conjuntivo de las mucosas).
Se trata de un virus que afecta tanto a niños, cuando entran en contacto directo con una lesión cutánea o un objeto que tiene el virus (por ejemplo toallas o juguetes), como a adultos por transmisión sexual.
En este caso, los síntomas se focalizan en los genitales, aunque también se presentan en la cara y los muslos. Las primeras lesiones en estos se pueden tomar erróneamente como herpes o verrugas. Pero, a diferencia del herpes, estas lesiones son indoloras.
El virus desaparece por sí solo o con la ayuda de medicamentos. Las lesiones, en cambio, pueden permanecer en el cuerpo durante meses e incluso años. En algunos casos, se puede tratar con cirugía menor.